viernes, 17 de enero de 2014

No es mi hija de Sophie Hannah

No conocía la obra de esta autora británica pero ¿cómo resistirse a leer a Sophie Hannah habiendo sido la elegida para resucitar a Hércules Poirot?

No es mi hija (Little face) cuenta las vicisitudes de una madre primeriza, Alice Fancourt, cuando después de salir a la calle por primera vez recuperada del parto descubre a su regreso que la hija que la está esperando con su marido David, no es la suya. No es su Florence. No es su hija.

Y aunque lo grita a los cuatro vientos y se abre una investigación policial la confusión se cierne sobre los hechos y su entorno familiar sostiene que no está en sus cabales.

¿Tiene razón Alice? ¿Ha sido substituida su hija? ¿Está mintiendo deliberadamente? ¿Está sufriendo algún trastorno depresivo post-parto que no la deja razonar? ¿Alucina?

La reafirmación en su declaración desencadena una situación de nervios en el matrimonio que, a medida que avanzan las horas y los días se torna en una tensión que alcanza momentos espeluznantes de maltrato psicológico con actuaciones crueles, perversas y siniestras.

El detective de policía Simon Waterhouse parece ser el único en dar credibilidad a lo que todos creen una paranoia sin fundamento alguno, ya que ¿quién substituiría un bebé por otro? ¿Con que motivo? ¿En un domicilio particular, a plena luz del día?

Las pesquisas policiales se mueven en el presente y también se remontan a hechos pasados, algunos de los cuales refuerzan la hipótesis de que Alice pueda no ajustarse a la verdad tendiendo a la fantasía mientras que otros avalan contundentemente su cordura y dan veracidad a su denuncia. Un intrigante dilema.

La novela evoluciona a partir de dos líneas narrativas con desfase temporal provocado por la autora. Una en tercera persona que ofrece una visión perimetral del avance en la investigación y la otra en los pensamientos en voz alta de la propia Alice.

Y sustenta su hilo argumental a partir de los aspectos psicológicos que rigen las actuaciones de todos los protagonistas, de modo y forma que la trama gana en suspense a medida que se va conociendo más sobre el pasado de cada uno.

En ese sentido la novela es un tour de force de personalidades, en las que unas para reforzarse intentar anular a las otras.

Sophie Hanna es una escritora capaz de emocionar a partir de una idea simple en su planteamiento y sin demasiado énfasis policial y al tiempo mostrarla en formato denuncia sobre lo que puede llegar a sufrir una mujer dentro de la supuesta protección que ofrece el llamado hogar familiar.

En conclusión resulta un thriller que enmaraña sentimientos e investigación policial, con un final algo tramposo, pero hay que reconocerle el mérito de mantener el interés por conocer el desenlace.

Tanto la forma de escribir como la forma de narrar los hechos desde dentro, desde la intimidad, no arroja luz sobre como Sophie Hannah va a revivir a Hércules Poirot, con que registro y sobre todo si piensa hacerlo con cierta coherencia con su creadora Agatha Christie; este será el verdadero misterio del caso.

Sophie Hanna estará en BCNegra 2014. El martes 4 de febrero. Aquí el programa

Post Scriptum: reseña de su segunda novela Matar de amor sin salir del blog.




2 comentarios:

  1. Pues sí, todo un misterio, me refiero a lo de la vuelta de nuestro detective belga favorito.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar