domingo, 15 de marzo de 2015

Última sesión de Marisha Pessl

La última sesión en un cine
siempre acoge las auras de los
espectadores
de las sesiones anteriores
Última sesión es una novela negra en la que investigar lo sucedido y descubrir al culpable no tiene fines justicieros ni vengativos. Tiene como único fin saber. Conocer porqué Ashley ha tenido el final que ha tenido. Y si podría haber tenido alternativa.

Ashley Cordova aparece muerta en el hueco de un ascensor en un edificio en obras. Parece un suicidio pero también puede ser un asesinato incluso un accidente.

El conocimiento de los movimientos y pensamientos de los días anteriores a su muerte pueden dar la clave para interpretar correctamente el hecho y entenderlo.

Y de ahí que Scott McGrath, un escritor de éxito y periodista de investigación reconocido hasta que un asunto se torció y lo mandó de la liga de las estrellas al ostracismo, resuelva intervenir en esclarecer los hechos. Tiene una cuenta pendiente con el padre de la víctima: Stanislas Cordova y esa puede ser una buena manera de devolverle la pelota.

Ashley Cordova
Ashley Cordova, una joven guapa, inteligente y especialmente dotada para la música, virtuosa del piano desde tierna edad ha desaparecido del mundo de los vivos y su ausencia preocupa a más de uno.

Stanislas Cordova es el director de cine de terror psicológico por excelencia, el director de culto que ganara un oscar con Empulgueras, una de sus películas más alabadas. Y todo pese a su truncada carrera y a su absolutamente nula presencia en los medios.

De sus películas se ha llegado a decir que mezclaban escenas interpretadas con escenas reales de dolor, de sangre y de muerte. Por eso están fuera de circuito comercial. Por eso Cordova ha desaparecido como un eremita. Por eso sus películas son visionadas de forma clandestina mediante convocatorias aún más secretas.

Sus fans, los cordovitas, se comunican en una Web, verdadera devoción mesiánica, que reside en servidores del Internet oculto, del Internet no indexado, del Internet Onion.

Empulgueras
Todo alrededor de los Cordova permanece confuso. Nadie sabe donde está Stanislas ni a que se dedica. Todo son hipótesis y suposiciones y cada uno de los protagonistas de esta novela que ha tenido que ver con ellos en algún momento de su vida, explica sus recuerdos y sus vividas impresiones.

Como imágenes reflejadas en fragmentos de un espejo roto, algunos se complementan, otros se solapan, otros ofrecen distintas perspectivas, pero todos ayudan a conformar una imagen de lo duro y a la vez adicto que resultaba vivir y trabajar con Stanislas Cordova.

El entorno de los Cordova puede tener respuestas a la muerte de Ashley. Pero el hermetismo que rodea a la familia del director, a su vivienda, a su obra y a su persona resulta tan impenetrable que se diría que conjuros y hechizos de magia negra actúan como guardaespaldas protegiendo como celosos cerberos.

Scott McGrath y una ayuda inesperada en forma de colaboradores reclutados por las circunstancias: un joven camello y una joven aspirante a actriz, tratan de penetrar en esa espesa negrura, en esa densa oscuridad, en esa atmósfera asfixiante y encontrar las respuestas que abran las cortinas y dejen pasar la luz.

Marisha Pessl
Marisha Pessl presenta una novela en un formato novedoso ya que integra falsas páginas sacadas de Internet, informes médicos e informes policiales de modo que compone una novela multimedia (solo le falta movimiento y sonido).

Una novela que ha supuesto un magnífico trabajo de recopilación de datos para crear un universo tan real que resulta imaginario. Tan verídico que es mentira. Y eso demuestra hasta que punto esta autora es capaz de absolver de la realidad la esencia vital, despreciando los tics, para recrearla en una ficción.

La novela adolece sin embargo de una prosa contagiada de la trama espesa y dubitativa a pesar de presentar una estructura argumental adictiva sin que los personajes, en contraposición a la complejidad de la trama, consigan estar a la altura.

La novela negra inicial acaba tornándose un thriller que, con algunos tropiezos, consigue infundir esa sensación de piel de gallina cuando se supone que lo sobrenatural predomina sobre lo científico. La agobiante sensación de estar protagonizando una película de Cordova puede agrietar hasta la mente más robusta. Estremece solo de pensarlo.

Marisha Pessl muestra como toda búsqueda puede no tener el final previsto al comenzarla. 

Como la obsesión puede obnubilar la ecuanimidad de los pensamientos y como de predispuesta está la mente humana a dejarse arrastrar por los vientos de la fantasía y cerrar los ojos a lo evidente, simplemente porque el deseo de que sea como queramos es más estimulante.

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