domingo, 21 de enero de 2018

BAC de Segismundo Yojarranza

Donde la justicia no quiere llegar,
alguien tendrá que hacerlo.
Cuando el clima social es convulso se puede esperar cualquier tipo de reacción ante la mofa y burla que supone que unos pocos no solo se crean con privilegios para delinquir sino que encima los ejerzan. Con total desfachatez. Amparados por unos poderes que no es que hagan la vista gorda sino que, formando parte del clan, están ciegos para lo que no quieren ver.

La corrupción es una lacra que el gobierno debe combatir. Pero cuando el gobierno es corrupto ¿Quién queda? Cuando todo parece derrumbarse a nuestro alrededor ¿en quién se puede confiar?

La crisis económica mundial ha servido para evidenciar muchas cosas, entre ellas la magnitud de culpa de los gobiernos, los bancos, las bolsas, las multinacionales: el establishment que domina las decisiones y que nunca tiene en cuenta las personas más allá de fuerza de producción.

Y ha servido para que florezca una corriente de thriller político y que en este país sean muchos los llamados a seguirla y pocos los elegidos a despuntar. BAC sigue esa corriente y saca la cabeza para no ahogarse.

España es un ejemplo lamentable de nepotismo, discriminación social y corrupción. Y vamos a dejarlo aquí ya que esto es una reseña y no una enciclopedia.

En esa España tuya, esa España suya, esa España vuestra los ricos lo son cada vez más y los pobres los son cada vez más y cada vez son más. Las causas criminales generan gruesos legajos que luego se queman o desaparecen, son pocos los políticos y ex-políticos encausados encarcelados y menos aun los que devuelven lo que se llevaron. Aunque solo podrían devolver dinero ya que las ilusiones, incluso vidas, que también robaron, esas no volverán.

En medio de todo este despropósito aparece el cadáver de alguien que fue y que sigue siendo: Julio Castro ex-tesorero del Partido Popular y ex-ministro de Hacienda. Alguien con quince causas judiciales pendientes. Alguien que vive a costa de los que robó. Alguien que vive, perdón vivía, muy bien.

El ensañamiento con su cuerpo denota pasión y venganza y también busca ser un aviso a navegantes: si la justicia no actúa, lo haremos nosotros.

Y eso se desprende ya que en el cuerpo se lee Corrupto. Alguien ha querido quitar trabajo a la fiscalía y al poder judicial. Alguien se está tomando la justicia por su mano. Y ese alguien firma BAC. Y no parece que vaya a detenerse con solo una muerte.

Así empieza BAC, este thriller político de tanta actualidad que parece sacado de la realidad. Un thriller que protagoniza personal experto y seleccionado de cada cuerpo policial: Eva Morales capitán de la Guardia Civil, Diego González inspector de los Mossos d’Esquadra, Álvaro Pons inspector de la Policia Nacional y Sabino Muguruza inspector de la Ertzaintza.

Segismundo Yojarranza
Un grupo de elegidos, Los 4 Fantásticos, porqué el Ministerio del Interior quiere resolver el asesinato cuanto antes y sin ruido, ¿Por qué será?, y porqué estando todos los cuerpos representados se aseguran colaboración y a la vez control sobre la investigación.

Segismundo Yojarranza toma claramente partido y ejerce denuncia, esa denuncia que antes ejercían los mass media y que ahora se han vendido a los denunciados y solo lo intentan los menos media o algunos escritores con alma de periodista. Yojarranza, un juego semántico, prueben a leerlo al revés, es claro indicio.

2 comentarios:

  1. Compré la novela tras leer el comentario y la verdad es que es buenísima. Tiene algunos detalles que necesita pulir, pero la trama y la forma en que está escrito el libro enganchan, no hay duda. Este libro va para best seller...

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    1. Los thrillers tienen eso: o enganchan o no son thrillers.
      Saludos!

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